Hoy en día los padres que luego de la separación se desentienden de los hijos
son una peste que se extiende a paso agigantado, exigen ver a los niños
una o dos veces al mes porque no quieren tener cargo de conciencia
y exigen ser parte de las decisiones importantes, pero en todo lo demás
se ausentan, porque ellos, los hombres de hoy, están muy ocupados con
su vida para ocuparse de pequeñeces como: enfermedades o pesadillas
y que no los molesten si el niño grita pidiendo a su papa porque lo extraña.
Ese es el papa de hoy, tío papá que se le ve de vez en cuando y cuando,
esa escasa ocasión llega, no le gustan los reclamos como:
porque no llamas a tu hijo? o, te olvidaste de su cumpleaños
eso los ofende y se van para volver luego de un mes advirtiendo que
cualquier queja motivaría su huida.
Con esos papas mejor ser madre soltera y suertuda la que
no tiene que compartir a su hijo con una plasta